Resumen viaje a Bolivia (parte I)

Este es un resumen del viaje a Pocona (Bolivia) que ISF Cantabria ha hecho a Bolivia con el objetivo de fortalecer relaciones con Comunidades, Contraparte (Mosoj Causay) y visitar las obras ejecutadas en los proyectos desarrollados en los últimos años (desde 2018 con la Comunidad de Chaupirancho)

El primer día al llegar hicimos una primera reunión de puesta en marcha del viaje y planificación de la semana. Revisamos el itinerario de viaje del martes y el miércoles y confirmamos que el primer día iríamos a las comunidades de Cruz Pampa y Kanapata, objeto del proyecto desarrollado entre finales de 2021 y la primera mitad del 2022, para luego viajar a la comunidad de Huayllapampa, cuyo proyecto ha sido presentado a subvención, la cual ha sido concedida recientemente por parte del Gobierno de Cantabria.

También analizamos el balance económico del proyecto (Kanapata y Cruz Pampa) y una de las primeras conclusiones que sacamos fue que la divisa del euro había bajado mucho a nivel mundial por lo que su cambio a pesos bolivianos era bastante desfavorecedor. Se analizaron las mejores alternativas para absorber dicho déficit, para lo cual se contó con la colaboración de la Dirección Gral. de Cooperación del Gobierno de Cantabria. El martes salimos a las 6:30 de la mañana hacia Pocona, haciendo parada en Punata para recoger al ingeniero Ronald y un poco antes también para desayunar.

En la furgoneta llevamos tubería de PVC para el proyecto actual en Joyu Mayu, que se está financiando por medio del Fons de Baleares.

Tras cerca de tres horas y media de viaje llegamos finalmente a la comunidad de Kanapata y Cruz Pampa y fue en este segundo sector en el que hicimos la primera inspección de su tanque de almacenamiento de 8 m³. Fuimos acompañados por parte de los integrantes del comité de agua de dicha comunidad y comprobamos que la ejecución y funcionamiento de dicho tanque iban a la perfección.

También visualizamos y disfrutamos de algunas de las piletas domiciliarias que se habían instalado en las viviendas de dicha comunidad.

El hecho de recibir agua para el consumo en el domicilio de los beneficiarios ha traído enormes beneficios, entre los que destacamos:

Reducción de los desplazamientos para poder obtener agua de calidad, con el riesgo de no llegar a obtenerla,
Reducción de las enfermedades vinculadas al consumo de agua no potable,
Aumento de los niveles de seguridad de la población al no exponerse a encuentros no deseados durante los desplazamientos.
Posibilidad de dedicar a otros menesteres el tiempo ahorrado,
Los beneficiarios han intervenido en diversos talleres para conocer/valorar el acceso al agua potable de calidad,
Los beneficiarios participan en la gestión y mantenimiento del sistema construido.

Acto seguido fuimos a la comunidad de Kanapata para visitar su tanque de 20 m³ y conocer al Comité de Agua y resto de la población beneficiaria.

Se organizó una reunión con buena parte de los beneficiarios, tanto hombres como mujeres y niños, y se explicó la situación del proyecto y la alegría por parte de Ingeniería Sin Fronteras Cantabria de poder haber participado en la construcción de este sistema de abastecimiento. Varios miembros de la población y del comité de agua transmitieron su agradecimiento a Ingeniería Sin Fronteras, Mosoj Causay y al Gobierno de Cantabria por las labores desempeñadas y por haber permitido llevar agua potable a estas comunidades, que hasta ese momento tan solo contaban con una instalación antigua y defectuosa que no les permitía tener agua en sus viviendas.

También varios beneficiarios mostraron su preocupación por la falta de higiene y sanidad que les supone no contar con «bañitos» o saneamiento alguno en las viviendas. Explicaron que ellos estarían dispuestos a trabajar y poner la mano de obra si algún financiador les facilitaba el acceso a los materiales para construir los baños, cómo puede ser ladrillos cemento y sanitarios. También mostraron su preocupación en temas de higiene, ya que al no contar con duchas les resulta muy complicado asear y lavar especialmente a los niños. La comunidad de Kanapata nos invitó a comer un plato local compuesto por arroz, papás, ensalada y pollo macerado a la brasa. También nos invitaron a probar su vino local, dulce y fuerte, con un curioso sabor ácido.